El paciente percibe un cambio global en la forma de interpretar y afrontar los acontecimientos de su vida diaria, más allá de los cambios puntuales percibidos en su conducta.
Cada día más personas eligen la Terapia Cognitivo Conductual para abordar sus problemas psicológicos, un modelo que ha ido ganando lentamente un lugar en la cultura occidental gracias a la eficiencia de sus técnicas.
En la Terapia Cognitivo Conductual el paciente percibe la labor activa del psicólogo y la eficacia inmediata de los procedimientos que aplica, generando una mayor confianza en la terapia y fortaleciendo la relación terapéutica. De este modo la Terapia conduce a reducir la desesperanza de los pacientes, no sólo porque ofrece tratamientos puntuales y planificados sino también por el compromiso ético que asume el terapeuta como profesional.
La Terapia Cognitivo Conductual parte de un enfoque científico. Esto significa que tanto las teorías de las cuales se nutre como los procedimientos técnicos que aplica han recibido avales empíricos en investigaciones rigurosamente controladas. Así sabemos qué procedimientos son eficaces para un problema y cuáles no, pudiendo por tanto conocer qué tratamientos están bien establecidos para un determinado trastrono.
En el marco de la Terapia Cognitivo Conductual, el terapeuta no aplica los procedimientos que “le gustan” o con los que “está de acuerdo”, sino que se ciñe a lo que la investigación científica ha establecido como más efectivo para el problema que presenta el paciente.
La habilidad del terapeuta radica, primero, en saber evaluar el problema con la finalidad de hallar el tratamiento indicado y, segundo, en integrar las técnicas en un programa terapéutico adaptado a las necesidades del paciente. Resulta importante que este último sepa que las intervenciones no son “invento” del profesional de turno sino que, por el contrario, son fruto de estudios de investigación científica. Este aspecto aumenta de manera notable la confianza del paciente hacia la terapia.
En general, la Terapia Cognitivo Conductual fomenta una mejora global en el manejo de las emociones, lo cual se traduce en beneficios en otros ámbitos de la vida: laboral, social, salud, relaciones interpersonales. Es frecuente que los cambios alcanzados aumenten la autoconfianza y el afrontamiento exitoso de otros problemas y estímulos estresores.
El paciente percibe por tanto que no sólo ha cambiado esta o aquella conducta de manera aislada, sino su estilo general de percibir e interpretar los acontecimientos.
Fuente: ¿Qué es la Terapia Cognitivo-Conductual? en PsyCiencia.com